Soltando el bofe...

Estoy en el epicentro mismo. Mientras casi toda Europa sigue con sus lluvias y climas caprichosos, aquí pareciera como si el sol y yo hubiésemos hecho un pacto de sangre. Stuttgart es hoy un caldero hirviendo... o al menos así lo siento. En otro tiempo, estos rayos solares arrebatadoramente decididos me hubieran puesto muy feliz, pero ahora sucede que con mi mega pancita, estoy prácticamente soltando el bofe.

Me explico: Por cuestiones que son resolutamente genéticas, las mujeres de la casa Romero (nótese el aire de snobismo sangriazul jajajaja) siempre han sido una especie de recipiente "undercover" para el agua, especialmente cuando han estado embarazadas. A mí siempre me ha gustado cuidarme mis piecitos, y si digo piecitos, digo bien porque para mi estatura, este par de andadores me ha resultado una obra acérrima de balance, igual que mis mini-manos.

Como decía, tengo muy consentidos a este par de caminantes porque me gusta lavarles cuidadosamente, encremarles, ponerles una que otra vez color, otras dejarlos con el famoso nude. En fin, me gusta tratarles de lo mejor. Me sublima el hecho de sentirles suaves y sí, hasta devaneantes, pero hoy por hoy, sucede que a los nenes no les gusta el calor, y se rebelan poniéndose gorditos y recordándome que ellos pobres, tienen que lidiar indefensos con todo lo que se me antoja hacer... incluído el pequeño argonauta.

A mí esa súbita rebelión me tiene un tanto acongojada, porque sin previo aviso, han decidido como buenos gemelos, hacerme sentir su descontento y obligarme a -de nueva cuenta- modificar mi forma de caminar: Ahora parezco un astronauta en el espacio. Roger? Ppfzzzt.

Comentarios

Anónimo dijo…
Creo que es normal lo que te pasa cuando llegas a cierto tiempo de embarazo, y no es solo por el calor... aunque no dudo que interfiera en tu "jinchazón".

Espero que por el Sur de Europa, o el Norte de África para muchos ciudadanos Europeos, llegue el sol de continuo y no intermitentemente.. que esta lluvía va a terminar conmigo.

Saludos y espero que sigas llevando tu estado de buena esperanza con el mismo sentido del humor!
Pyxide dijo…
Náufrago: Jajajaja, pues tienes razón, todos estos síndromes de la NASA son de lo más normal. Entre la lluvia y un sol por demás abrasante, el sentido del humor siempre es un bálsamo... especialmente si tiene su dosis de acidez jejeje. Saludos y espero tenerte de vuelta en breve.
Anónimo dijo…
querida,
por aquí ando esperando noticias.

un abrazo enorme

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