Cuentos de fantasmas


Hay momentos en que no se sabe que decir, y no porque ningún nerviosismo entre abruptamente a tomarnos por el cuello, es sólo que los comentarios sobran. Pasan las palabras como en desfile y usualmente una se limita a pasar saliva y quedarse con un signo de interrogación en la cabeza... Mmmmh, me explico pues:


Hoy día, después de levantarme casi con grúa de la cama, hize lo que cualquiera -además de hacer pis- esto es desayunar con cafecito en mano con mi querido "Sastre", y reírnos un poco de cualquier taradez que se nos olvidó contarnos el día de ayer, porque para variar me encanta la noche y su quietud, así que con mis genes muy vampirizados me quedé de nuevo leyendo hasta tarde.
Hecho aquello, viene el ritual cotidano de limpieza, que por aquí, que por allá...uyyy, que cosa; por delante, por detrás... Polish le llaman los gringos. Pasado el lavado, viene el secado y encerado, que usualmente ritualizo hasta el cansancio porque me gusta verme -mientras se pueda- encuerada en el espejo.


En esas ceremonias egipcias me encontraba, cuando sonó mi móvil, y cual no sería la sorpresa de escuchar al otro lado a la "Fantasmita". Caray, pero que no sentí nada extraño. Es decir, algún sentimiento de añoranza o anexas. Casi duró una hora la conversación, en la cual el tema central fue "Yo hize", "Yo tengo", "Yo hago", "Yo tuve"... en pocas palabras, es supuestamente una Mastereza. En ningúna ocasión, en esta fiesta de colgajos, se preocupó por tirar un "¿Y TÚ, cómo estás?... No cabe duda que en casi siete años las cosas han cambiado relativamente poco.
Yo como a estas alturas del partido estoy medio curtida, y más bien muy relajada en asuntos de trascendencia no material (¿el ojo cuadrado?) pues nada más me limité a decir, "¿si?", "que bien", "ah", mientras me seguía embarrando la crema por todos lados. Al final, me mandaron un abrazo, que me sonó a un abrazo conveniente... pero ya se verá. Buda en estos casos es un maestro socorrido...

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Soltando el bofe...

Barcelona. Passatge del Crèdit 4.

Un misterio urbano...