Sonamos con lo del "Heredero"... ja ja ja.




Evidentemente no hay mucho que escribir para hacer claro que, el pequeño viajante será un "varón"... un hombre. Supongo que a lo largo de su vida se verá confrontado con estos signos que indican esta división de complementos, de pares.

Lo misterioso del asunto es que, sin inmiscuir deseos personales (que conste, pues nunca me he contaminado de esa manera) siempre supe, desde que caí en la cuenta de que estaba embarazada, que venía un nuevo hombre en camino.

Cosa curiosa, y haciendo uso del vox populli, mi querido Inqusitivo me dijo hace poco, cuando le comentaba de mis tormentas mañaneras y mis ascos crónicos (en verdad que me tenían abatida) de que él estaba seguro que sería un hombre por esas peripecias que usualmente los varones provocan en las mujeres... ¡Hasta pitoniso resultó!

Bien, no hay manera de escribirles que tan profunda es la felicidad que siento cada vez que toco mi vientre y una patadita sublime me dice: "Aquí estoy..."

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Soltando el bofe...

Barcelona. Passatge del Crèdit 4.

Un misterio urbano...