Experimentos de vil laboratorio.

Tengo entre manos un experimento -producto de releer un libro que me gusta mucho- que trata de acotar un día en unas pocas frases. No creo estar francamente muy elocuente para lograr un aforismo, pero al menos sí para dejar un poco en reposo la vacuidad de los días que diariamente "vivimos" por mero fenómeno "de pertenencia".

Un tiempo atrás, invadida por los pendientes de esta vida que no espera, comezé a escribir en mi agenda (sí, todavía escribo en agenda y me gusta más que las PDA's, es más, tengo inclinaciones recurrentes por cualquier tipo de libreta) una nota breve de lo que más me impresionó durante el día. De ese intento primero, surgió tiempo despues al leer lo escrito, una revelación con resultados relativamente contundentes: No era necesaria la famosa descripción de los días con sus aburridísmas horas de habito, sino, una frase incisiva que me dejaba francamente en cueros...

Ahora, no sé que tan leal puedo ser a mi imágen, o más bien, que tan cáustica puedo dejar de ser en relación a lo que usualmente nos rodea, o... vaya, como decía al principio, es un experimento y la primicia de ellos es exactamente eso: Experimentar. Tienes curiosidad? Entonces pincha aquí.

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